Espera

Author: El Sexy / Etiquetas: ,

Noche tras noche te sueño,
mientras duermo, con la luz encendida
la puerta abierta y una almohada extra.
Una tasa de café espera por ti
desde hace una semana;
El frio me mata, todas las tardes
ha llovido y no para hasta el amanecer,
cada una de las gotas que del cielo caen
me recuerdan aquella tarde junto a ti,
mientras jugabamos, mientras nos mojabamos,
corriamos sobre los charcos y sonreiamos...
 Pero ahora lloro, sufro tu lejanía;
Estar sin ti me aniquila, estás tan lejos;
cierro los ojos para besarte...
pero estás tan lejos,
intento abrazarte, y tú tan lejos,
susurro una canción, recito un poema,
pero no me escuchas, estás lejos;
y luego callo para escucharte...
y no dices nada.

La insertidumbre me mata,
mi corazón está apunto de dejar de latir,
a mis pulmones ya no entra el aire
mis pies no responden, mi mente
no piensa más que en ti.
Te necesito, necesito tu piel, tu cabello,
tus ojos, tus labios, tus manos;
necesito tu voz...
Ahora mismo no muero, porque
aún vives en mí, en mi mente, en mi corazón.
Despierto de mi letargo, todo está intacto:
la luz, el café, la almohada.
Y salgo a buscarte...te necesito para vivir.

Ella

Author: El Sexy / Etiquetas: , , ,

Y aquí estoy, sólo,
me encuentro tirado
al fondo de un callejón
oscuro, un cigarro apagado
en mi mano derecha,
la izquierda no hace más
que tocar mi cabeza:
despeinada, caliente, sudando.

El callejón es frío,
es muy frío, mi sangre
recorre lentamente
el camino a mi corazón;
volteo a mi derecha
una rata asoma lúgubre
su cabeza hacia mi pistola:
fría, brillante, mortal.
Ella sólo espera a
que termine mi cigarro,
pareciera que es el más
grande del mundo,
que nunca acabará.

Nuevamente veo mi arma:
inmóvil, esperando por mí;
la noche es larga,
el callejón oscuro
frío y húmedo,
confundo las pocas gotas
de lluvia con las lágrimas
que escurren en mi rostro.

La rata se largó,
se fue tras escuchar un suspiro,
talvez un sollozo.
No dejo de pensar en ella;
ella que hacía que mi sangre
recorriera rápido mi cuerpo,
y ahora hace que mi corazón se detenga;
en ella que vivía en mis manos
y ahora no me atrevo a tocar;
no dejo de pensar en ella
que hará que termine mi vida…
y veo mi pistola, tan sola.
No dejo de pensar en ella…
Una bocanada de humo
sale de mi boca…
No recuerdo cuándo prendí
el cigarro, ni cuándo lo pase
a mi mano izquierda,
talvez para poder tomar
mi pistola con la mano derecha;
lo medito un rato,
no hay porque acelerar las cosas,
prometí terminar mi cigarro y proceder.

Un sabor a plástico inunda mi boca,
el filtro se estaba quemando,
arrojo lo que queda de mi vicio
hacia una coladera abierta
justo a unos metros frente a mí;
de ella sale una rata muy pequeña,
quizás es la misma que miraba mi arma…
Me mira fijamente y abre la boca,
camina hacia mí, dispuesta no sé a qué.

Tomo rápidamente mi arma,
la siento anónima, ausente; apunto,
aprieto con fuerza el gatillo
y una bala sale disparada
hacia la pequeña bestia…
O eso creí, la bala rebota
en el suelo, en la pared y regresa a mí;
roza suavemente mi cara,
la siento lentamente cruzando mi rostro,
haciendo una marca muy superficial, fría.
Mi sangre está helada,
mi arma sigue en mi mano,
una pequeña gota de sangre
escurre hasta mi barba
y cae lánguidamente al suelo.

Ya ha dejado de llover,
aún hay algunas nubes en el cielo,
pero alcanzo a ver un pequeño lucero
en lo alto del cosmos oscuro;
tomo otro cigarro, aún tengo la pistola
a mi derecha, ya no hay balas;
sólo necesitaba una.

No dejo de pensar en ella…
la rata está junto a mí,
aquel lucero sobre nosotros
ilumina su mirada mientras me ve,
fijamente…
Una bocanada más sale de mí,
y no dejo de pensar en ella
que casi me mata…otra vez.

Y aquí estoy, con una rata,
nos encontramos al fondo de un callejón
iluminado por la única estrella
en el firmamento; un cigarro encendido
en mi mano izquierda, la derecha
toca con suavidad
la herida que ella me hizo…ella;
en quien no dejo de pensar.

Pasión

Author: El Sexy / Etiquetas: , ,

Esta tarde volví a sentir tu respiración
una vez más, la escuche sobre mí,
hoy como ayer volví a sentir tu cuerpo
sobre el mío, nuestro sudor, nuestro calor,
sentí tu piel suave, tu piel caliente.

Esta tarde como ayer volví a besarte,
volví a besar tus labios, a frotar tu espalda,
a rozar tus piernas, a oprimir tus muslos
a acercarte a mí, como para que no te vallas.
Hoy te vi desnuda, y me desnudé
hoy nos vimos como somos
sin barreras, sin mentiras,
hoy comenzamos a conocernos,
hoy besé tu pecho, y a cada centímetro
que recorrí escuché tu corazón
mientras latía, acelerado, gritando
mi nombre. Esta tarde escuche tu corazón
mientras decía que me amaba.

¿Escuchaste el mío? Esta tarde no pude
respirar como otros días,
esta tarde mi cuerpo temblaba de emoción;
hoy mi mente sabía que serías tú,
que eres tú la mujer a quién darle mi amor
que eres tú la mujer por quien pelear
por quien dejarlo todo y escapar.

Esta tarde pensé que soñaba, pero tus besos
tus uñas, tu mirada, tus labios, tus manos,
tu cuerpo desnudo frente al mío
me dijo que no, que estaba despierto,
que estaba vivo…más vivo que nunca.