y no me veas con esos ojos que no voy para atrás.
Suspiros, no hay nada más,
te odio por dejarme entrar
lo he dicho antes
y lo repito de nueva cuenta,
afuera estaba tan bien, sin desearte,
sin amarte, sin soñarte;
afuera estaba tan bien.

Caí, sin ganas, sin fuerza,
sin deseos sin necesidades,
sin alegría, sin tristeza; sin amor
sin caricias, sin sexo
sin tu piel, sin café
sin vino, sin vida.
Sin muerte.
Caí sin ti.