16 de septiembre 2008

Author: El Sexy / Etiquetas: , ,

Vi toda mi vida pasar frente a mis ojos y fallecí.

Aún destrozada puedo recordar mi primer segundo de vida, aquel en que vi la luz por primera vez; antes de ese momento jamás había sentido el aire sobre mí. Cuando aquel hombre desconocido me tomó con esas grandes manos cubiertas por un par de guantes, me sentí la más importante del mundo; era como si me hubiera escogido a mí de entre un millón más, todas parecidas a mí pero no iguales. Algo tuvo que haber encontrado en mí para sacarme del lugar tan incómodo donde estaba. Me tomó con una mano, me acercó a él, quitó una parte de mí, esa parte que evitaría que fuera libre, que me haría igual a las demás; me levantó sobre su cabeza...Sentí un pequeño golpe detrás de mí.

La Luna brillaba fuerte sobre mí, el ruido a mi alrededor era ensordecedor, de repente me nació una gran necesidad de gritar, de sacar todo lo que yacía dentro de mí, una necesidad incontrolable de explotar.  Toqué el suelo firmemente, fuerte, de tal manera que me sentía parte de él, un calor indescriptible dentro de mí, comenzó a crecer y a cada segundo se hacía más y más grande. Hasta que no pude más, todos aquellos sentimientos de odio que desde mi nacimiento giraban en torno a mí, salieron disparados hacia todos lados, no supe a quién dañé, no supe a quién ayudé; sólo sé que mi vida terminó, que exploté y que de mí no queda más que heridas y quemaduras en personas que festejaban la independencia de su país.


1 comentarios:

Tereza dijo...

Si me acuerdo de éso, fue terrible. Morelia... a mi me dolió mucho, estuve de luto un buen rato (una semana) porque no podía creer que alguien hubiera tenido el valor de dañar a su propio país sin causa alguna.
Después, las cabezas en la carretera.
Oye, cada día te amo mas.